Las dos intervenciones artísticas en el espacio público de la ciudad de Cáceres propuestas por Soledad Sevilla son de marcado carácter geométrico. Además, dialogan con la arquitectura y el entorno urbano mediante disposiciones espaciales que transforman la percepción del lugar. Las propuestas se inscriben en la línea de trabajo instalativo que ha definido su trayectoria, y constituyen una prolongación coherente de sus investigaciones sobre la luz, el ritmo y la repetición geométrica. Estas intervenciones buscan establecer un vínculo sensible entre el espacio contemporáneo y la memoria histórica de la ciudad, invitando a la contemplación y a la experiencia estética desde lo público. La gran gasa al fondo de la Plaza Mayor trasluce el horizonte y su luminiscencia, mientras que las líneas leds en la ampliación del Archivo remarcan la trama geométrica del espacio y hablan de un tiempo lumínico.





